¿Qué son los esquejes y ejemplos?

Los esquejes son una técnica de propagación de plantas en la que se toman trozos de una planta existente y se cultivan para crear nuevas plantas. Esta técnica es ampliamente utilizada en la horticultura y jardinería para propagar plantas que no crecen a partir de semillas o que tardan mucho en germinar.

Los esquejes se pueden tomar de diferentes partes de la planta, como tallos, hojas o raíces. Los esquejes de tallos se dividen en dos tipos principales: los de madera dura y los de madera blanda. Los esquejes de madera dura se toman durante el invierno cuando la planta está inactiva, mientras que los de madera blanda se toman durante la primavera o el verano cuando la planta está en crecimiento.

Los esquejes se pueden cultivar en una variedad de medios, como agua, suelo o arena. Algunos ejemplos de plantas que se pueden propagar con esquejes incluyen el esqueje de romero, esqueje de higuera, esqueje de lavanda, esqueje de geranio y esqueje de tomillo.

¿Cuáles son las plantas que se reproducen por esquejes?

Cuando se habla de cultivar plantas, son muchas las técnicas que se emplean para obtener nuevas especies. Una de estas alternativas es la reproducción por esquejes, que permite la propagación de plantas a partir de una porción de su tallo. Esta técnica es muy popular porque suele ser bastante sencilla de llevar a cabo y sus resultados son rápidos y efectivos.

Entre las plantas que se pueden reproducir por esquejes, se encuentran algunas de las más comunes en cualquier jardín o huerto. Por ejemplo, la mayoría de las plantas ornamentales pueden multiplicarse con esquejes, así como muchas hortalizas, hierbas y frutales.

Entre los ejemplos más comunes de especies que se propagan por esquejes, encontramos plantas como las petunias, los geranios, los tomates, las frutillas, el romero, el tomillo, la menta, entre otros. Para realizar el proceso, suele ser necesario cortar una porción del tallo y colocarla en agua o tierra para que genere raíces y comience a crecer.

Es importante destacar que la técnica de reproducción por esquejes no solo permite obtener nuevas plantas de una manera más acelerada, sino que también permite conservar y mantener determinadas especies que, por diversas razones, podrían estar en peligro de desaparecer o que tienen un gran valor para la alimentación o la medicina.

¿Qué son los esquejes y un ejemplo de la planta?

Los esquejes son fragmentos de una planta que se utilizan para multiplicarla y propagarla. Esto quiere decir que se toma una rama de una planta y se corta de tal manera que se pueda usar para hacer que crezca una nueva planta. Es un método muy común para cultivar plantas nuevas o para mantener las plantas originales.

Cuando se realiza correctamente, un esqueje se puede convertir rápidamente en una planta completamente nueva, independiente de la planta madre. Muchas plantas se pueden cultivar a partir de esquejes, incluso algunas frutas y verduras.

Un ejemplo de una planta que se puede cultivar a partir de esquejes es la menta. Esta planta es fácil de cultivar y produce deliciosas hojas que se pueden utilizar para cocinar o para preparar bebidas. Si quieres multiplicar tu planta de menta, simplemente corta una pequeña rama de la planta y retira todas las hojas de la base. Asegúrate de que la rama tenga suficientes hojas para que pueda realizar la fotosíntesis y sobrevivir, pero tampoco demasiadas. Entonces, pon el esqueje en un recipiente lleno de agua y asegúrate de que reciba suficiente luz solar indirecta. Después de unos días, verás que el esqueje está echando raíces y ya se está convirtiendo en una planta nueva. Cuando veas que las raíces están lo suficientemente grandes, transplanta el esqueje a un lugar con tierra rica y sigue cuidando la planta como lo harías con cualquier otra planta de menta.

¿Cómo se hace un esqueje de una planta?

Los esquejes de plantas son una forma popular de propagar nuevas plantas, basándote en la capacidad de las plantas para generar raíces nuevas a partir de trozos de tallo y hojas. La técnica de hacer esquejes de plantas generalmente implica cortar un trozo de tallo o rama de una planta y permitir que crezca un nuevo conjunto de raíces antes de plantarlo en un recipiente o en el suelo. A continuación, presentamos algunos pasos básicos a seguir para hacer un esqueje de planta.

En primer lugar, selecciona la planta que deseas propagar y asegúrate de que esté sana y libre de enfermedades y plagas. Idealmente, debes tomar esquejes de plantas en la primavera o verano, cuando la temporada de crecimiento está en pleno apogeo.

En segundo lugar, corta un trozo de tallo o rama de la planta. Asegúrate de usar herramientas limpias y afiladas para hacer un corte limpio y preciso. El esqueje debe tener al menos una hoja o dos para absorber la luz y producir energía, y de seis a ocho centímetros de largo para que tenga suficiente material vegetativo para comenzar a crecer raíces.

En tercer lugar, prepara el esqueje para enraizar. Retira con cuidado cualquier hoja inferior del esqueje para evitar que se marchiten y muera. También puedes cortar la hoja superior de manera que haya menos superficie para la transpiración, lo que obliga al esqueje a depender más de las raíces recién crecidas para su alimentación.

En cuarto lugar, coloca el esqueje en un medio de enraizamiento, como vermiculita o turba, que mantenga la humedad adecuada. Si usas turba, asegúrate de humedecerla con anticipación. Luego, coloca el esqueje en el medio y presiona suavemente la tierra para asegurar el contacto con la superficie.

Finalmente, cubre el esqueje con una bolsa de plástico transparente para mantener la humedad y permite que entre la luz, creando un invernadero casero. Coloca la bolsa en un lugar luminoso, pero no bajo la luz solar directa, y controla regularmente para asegurarte de que la humedad en el medio no se seque y para detectar cualquier signo de crecimiento de la raíz. Una vez que hayan crecido raíces nuevas, trasplanta el esqueje en tierra y cuida de él según las necesidades específicas de la nueva planta.